La privacidad de nuestros datos personales es una preocupación cada vez mayor entre los usuarios.
Las empresas han cobrado consciencia hace ya mucho tiempo de las ventajas de las aplicaciones móviles como filón para conseguir datos de carácter personal de los usuarios. Las aplicaciones creadas por las propias empresas son instaladas por los usuarios para poder acceder a servicios online ofrecidos por cada marca. Acceso a catálogos en línea, información de ofertas, novedades, etc.
Al instalar cualquier aplicación, y en especial las sociales, estamos aceptando de forma automática el acceso a ciertos datos personales en nuestro dispositivo. Algunos de estos datos son imprescindibles para identificarnos como una persona real y como usuario, y otros quizás no sean tan relevantes en este sentido.
Aun en el caso de limitarse a la información necesaria para registrarse o iniciar sesión, las marcas no podían perder la oportunidad de recopilar todos estos datos de los usuarios para su posterior análisis. Pero ¿Qué valor tiene toda esta información para las empresas?
¿Para qué quieren las marcas nuestros datos personales?
Nuestro correo electrónico es básicamente obligado para cualquier registro en una web o app. Pero este es tan sólo uno de los muchos datos que las empresas suelen recopilar a través de medios sociales y aplicaciones móviles. ¿Para que los necesitan?
Además de para identificarnos como usuarios, las empresas pueden realizar análisis estadísticos, identificar a su público real, determinar que nos gusta y lo que no, entre otras.
Las aplicaciones gratuitas obtienen ingresos gracias a la publicidad. Cuanto más relevantes son los anuncios más probabilidad es que los usuarios entren en el anuncio y obtener así más ingresos. Los datos personales facilitados a través de la aplicación, permiten determinar que anuncios serán más relevantes para cada usuario y así lograr un mejor rendimiento de los anuncios mostrados.
Las aplicaciones sociales como Facebook o Instagram son un claro ejemplo de como la recopilación de datos personales y de uso, les permiten mejorar su feed de noticias, ofreciendo publicaciones más relevantes para el usuario, e influyendo también en la relevancia de los anuncios patrocinados de cada medio social.
La información que tan libremente facilitamos al instalar y utilizar una app social en nuestros dispositivos móviles, tiene también su repercusión en el I+D de nuevas apps en el futuro próximo. Nuevas funcionalidades que personalicen el contenido de forma más intuitiva, anticiparse a nuestras acciones… ¿Quién sabe?
Partiendo del análisis estadístico de los datos obtenidos de todos los usuarios, las marcas, y en especial las grandes redes sociales, se pueden segmentar a los usuarios, determinar los gustos de los distintos segmentos, identificar tendencias, y anticiparse a los intereses de los usuarios para desarrollar nuevos productos para vendernos. Porque al final todo se limita a vendernos algo, si no es ahora lo será en un futuro próximo.
¿Crees que se nos debería permitir escoger que datos deseamos compartir o no al instalar una app? ¿Qué opinas de la cantidad de datos que nos obligan a facilitar para usar una app?